Todos recordamos nuestra primera vez, la mía fue tan especial, tan hermosa. Era un chico joven, bastante más que yo, con unos hermosos ojos azul claro de los que me quedé absolutamente enamorada. Nos vimos una mañana de verano por la calle, yo paseaba con mi hija mayor, que por aquel entonces tenía once años ya, él repartía publicidad. Cogí uno de los papeles y le sonreí. En ese momento, mientras él me devolvía la sonrisa, supe que sería el primero, era mi destino y el suyo.
No tuve ningún problema en convencerlo que se viniera conmigo, ni te imaginas lo confiados que son los chicos si les prometes sexo salvaje sin compromiso. ¿Tenéis algún tipo de fantasía rara con eso? No hace falta que contestes, tu cara lo dice todo.